sábado, 29 de diciembre de 2007

El espectroscopio II

Fraunhofer nació en el seno del sector más pobre de esta floreciente profesión. Fue el undécimo hijo de un ndigente maestro vidriero, quedó huérfano a los once años e hizo su aprendizaje con un tal Philipp Weichselberger, un vidriero de pocas luces de Munich, quien le hacía trabajar en exceso, le pagaba miserablemente, le subalimentaba y no le educaba. El 21 de julio de 1801, el deteriorado edificio que contenía la casa y el taller de Weichselberger se desplomó, y Fraunhofer, el único superviviente, finalmente fue sacado de sus restos. Su rescate fue una noticia que tuvo difusión, y su situación difícil atrajo la atención de Maximiliano José, elector de Baviera, quien visitó al muchacho herido en el hospital y quedó impresionado por su inteligencia y su carácter alegre. El elector le regaló a Fraunhofer dieciocho ducados, suma suficiente para comprar una máquina que trabajase el vidirio y libros, así como para eludir lo que faltaba de su aprendizaje. Una vez libre, Fraunhofer nunca dejó de prosperar. Tenía un instinto para lo esencial, y sus intensas investigaciones sobre las características básicas de diversos tipos de vidrios pronto le hicieron ganarse la fama de ser el primer fabricante de lentes para telescopios del mundo.

Fraunhofer empezó usando las líneas espectrales como fuentes de luz monocromática para sus experimentos dirigidos a mejorar la corrección cromática de sus lentes, pero pronto se sintió fascinado por las líneas mismas. "Vi con el telescopio -escribió- un número casi incontable de rayas verticales fuertes y débiles, más oscuras que el resto de la imagen de color. Algunas parecían totalmente negras. Detectó centenares de tales rayas en el espectro del Sol, y halló regularidades idénticas en los espectros de la Luna y los planetas, como era de esperar, pues estos cuerpos brillan por la luz solar que reflejan. Pero cuando dirigía su telescopio a otras estrellas, sus líneas espectrales parecían muy diferentes. La significación de esta diferencia era un misterio.

Fraunhofer murió el 7 de junio de 1826, a los treinta y nueve años, de tuberculosis, dejando como legado las misteriosas líneas de Fraunhofer. En 1849, León Foucault en París, y W. A. Miller en Londres hallaron líneas brillantes que coincidían con las líneas oscuras de Fraunhofer. Hoy unas y otras son conocidas, respectivamente, como líneas de emisión y líneas de absorción, y tienen en la espectroscopia un papel tan importante como los fósiles en la geología, pues dan información sobre la temperatura, la composición y los movimientos de las nebulosas gaseosas y las estrellas.

No hay comentarios: